domingo, 26 de febrero de 2012

Correo de un joven lector apasionado

Aunque no comparto necesariamente todas y cada una de las valoraciones políticas a propósito de mi nuevo libro, con la autorización de este buen amigo, joven y apasionado, obligado a expatriarse, hago publico el correo que me ha dirigido con la fuerza de los sentimientos; y Honnit soit qui mal y pense, “malhaya el que piense mal”, como diría un francés clásico.

El 24 de febrero de 2012 16:08, J.Aer.... escribió:

"Conseguí tu libro que ya me lo estoy bebiendo. Además, hoy acabo de recibir otra buena noticia. Un buen amigo mío que trabajaba en otro departamento de mi ex empresa viene también a vivir y trabajar aquí. Ya llevaba tiempo buscando largarse de esa Espana casposa y aburrida de malhumorados directores abusivos. Aquí por lo menos hay cierto buen humor y luz.

La verdad es que tu libro me ha impresionado. Es como una ventana por la que debería entrar la luz a raudales para iluminar las mentes y almas de todos. A ver si espabilamos y nos ponemos a andar. Es un libro oportuno y necesario que pone de relieve quien manda de verdad, al que nadie le pone coto. La realidad que silenciosamente se fue instalando y que ahora desde 2006 se impuso con fuerza y a la sociedad civil nos pillo desprevenidos. Hay que reaccionar y darnos cuenta de una vez de la falsedad y engaño en que vivimos. Una falsa democracia sustentada por necios, ignorantes, políticos de bajo perfil, soberbios, cobardes, apoltronados y preocupados por mantenerse en el sillón viviendo sin dar golpe, instalados en discursos vacíos, carentes de fundamento, que cacarean y repiten hasta la saciedad. Eso si, bien aprendidos. Sindicalistas vendidos, miedosos portadores de consignas caducas. Que llevan anos instalados en su zona de confort mirando para otro lado y callan más de lo que dicen. Perdidos, que no salen de su despiste. La izquierda ensimismada mirándose el ombligo, perdiendo el tiempo en congresos y batallas por el poder sin reflexionar y plantear estrategias claras de combate. Sin alternativas, improvisando. Incapaces de hacer planteamientos serios y de echar el resto para movilizar a la gente. Desautorizados por su propio inmovilismo. Mas preocupados por ver a quien ponen al frente que por un proyecto que nos ayude a salir de este pozo. Lo mismo, asegurándose la banqueta y con el norte perdido. Y así un país que asiste impasible (salvo alguna excepción) a su caída, que mira a Grecia con miedo pero tomando distancia como si no fuera con nosotros. Incapaces de luchar y darle la vuelta a una realidad tozuda que, como dices tu en tus escritos, nos impone ese gobierno en la sombra que son los mercados. Los parados resignados, los que trabajamos acobardados por quedarnos sin ello. Así quedamos a merced de una gentuza que goza del mayor poder de su historia. Que se venga de la historia que ahora podrán reescribir a placer. De nuevo se erigen en salvadores de la patria como se creyeron sus abuelos en el 36. Con ese aire de suficiencia que les da creerse puestos ahí por la gracia de un dios (así con minúscula) y voluntad de unos hombres miserables que no tuvieron opción y que llevados por la desilusión, el descontento y la falta de visión les han entregado el país y sus vidas en bandeja de plata.

Y a las personas como tú hay que agradecerle su constancia y voluntad pétreas, que desde el rigor intelectual y la documentación nos regala un análisis claro, profundo, que pone de manifiesto como hemos llegado a este desorden, el rumbo que llevamos y sus consecuencias.
Gracias. Un abrazo.

Enviado desde mi dispositivo de bolsillo inalámbrico BlackBerry".

Fin del texto copiado.