Junto al escándalo de Barclays, que – como relatamos en la
anterior entrada de este blog - ha
admitido ante las autoridades estadounidenses y británicas su responsabilidad
en la manipulación del Líbor, el tipo de interés básico de Londres, también ha
reconocido su implicación el Royal Bank of Scotland (RBS), que está negociando
un acuerdo con las autoridades con multa incluida según The Wall Street Journal
(31/7/2012). Para colmo, en este caso de falseamiento del precio de referencia del
mercado financiero londinense es un banco propiedad de los contribuyentes
británicos. Una muestra más de que hay un
“problema sistémico” (solventes
especialistas dixit) porque el RBS es uno de los 18 bancos que integran el
panel que establece el Libor, el tipo de interés bancario de Londres para los
préstamos en libras, dólares y ocho monedas más; y uno de los bancos que contribuyen a fijar el Líbor
en libras esterlinas; y que hasta hace poco participaba en los paneles de
bancos que fijan los tipos de interés en Japón y Hong Kong.
Estas manipulaciones del tipo de interés de Londres y otras
prácticas ilícitas comenzaron antes de su rescate en 2008, y siguieron tras la
“nacionalización” del Royal Bank of Scotland por el Gobierno laborista de
George Brown para evitar su quiebra, aunque la gestión continuó en manos de
profesionales que mantuvieron sus prácticas ilícitas junto con su red de
filiales en paraísos fiscales, como ya relate en otro libro; actualmente el 83 % de las acciones son del Estado británico.
Sin embargo, el gobierno británico parece haberse enterado
ahora de cómo se establecía el Líbor y estudia alternativas que no se basen en
las “propuestas” de un “club” de bancos para determinar cual es el tipo de
interés practicado sino en los datos reales de las operaciones de préstamos
interbancarios. Del mismo modo también ahora con el caso de Barclays, también
la Comisión europea se apresuró a emitir un comunicado (25/7/2012) sobre “el escándalo del Líbor” anunciando como
siempre una revisión de las correspondientes directivas para penalizar estos
falseamientos de los mercados del dinero,
porque dado el paralelismo en el establecimiento del Líbor y el Euribor
hay temores fundados que el tipo de interés del mercado interbancario de la
zona del euro haya podido sufrir manipulaciones similares. Pero ni el Gobierno
británico ni la Comisión se han
planteado en serio revisar el principio neoliberal de la autorregulación de los
mercados financieros del euro y la libra, origen de todos las estafas
financieras. Los grandes bancos no solo fijan libremente los precios de
referencia sino que hacen trampas con esas reglas que ellos mismos han fijado.
Y es que la determinación de estos tipos medios del interés
bancario efectivo aplicado, queda en manos de los bancos principales mediante
prácticas opacas, conocidas únicamente por ellos mismos. Este tipo de interés
del mercado interbancario de Londres (Líbor es el acrónimo de London Interbank Offered Rate) incide en
billones de dólares de préstamos bancarios como hipotecas, derivados y otros
productos financieros. Del mismo modo que el Euribor (acrónimo de Euro Interbank
Offered Rate), en la zona del euro
suele ser el tipo básico de referencia para todo tipo de productos (derivados)
como futuros, swaps y asimismo con frecuencia como tipo de referencia para el
cálculo de hipotecas e imposiciones a plazo. Ambos, Euribor y Líbor son los
precios básicos del dinero, los tipos de interés de referencia para los
mercados financieros que se establecen de modo similar por unos grupos
escogidos de los propios bancos. Para el Euribor, la determinación del tipo de
interés se controla por una comisión de supervisión de la Federación de Bancos
Europeos, mientras que la fijación del Libor la supervisa la Asociación
británica de banca (la BBA en siglas inglesas). La gran diferencia es que el Líbor
se calcula para 10 divisas diferentes que se utilizan en la City de Londres.
Pero, según el citado reportaje de The Wall Street Journal,
los escándalos del RBS van aún más de las trampas con el Líbor. Según
documentos publicados por las autoridades de Canadá, operadores (traders) del
RBS formaban parte de una supuesta red que buscaba la manipulación de un yen
variante del Líbor. No está clara la implicación de otros empleados u
operadores del RBS en esas estafas; pero el pasado año el banco despidió cuatro
empleados en Londres y en Singapur relacionados con las actividades de las investigaciones sobre
el Líbor que llevan a cabo las autoridades estadounidenses y británicas.
Todavía más. el RBS es responsable como otros bancos británicos de la venta de los llamados
“seguros de protección de pagos”; un seguro para cubrir los pagos comprometidos
por quienes suscriben hipotecas o utilizan tarjetas de crédito en los casos de
que pierdan sus empleos o caigan enfermos y no puedan hacer frente a esas
deudas. Pero resulta que el RBS, un banco público gestionado como empresa
privada, vendía este seguro a muchas personas que no necesitaban ese tipo de seguro;
otra modalidad de estafas.
De ahí que no sea una ligereza o una hipérbole periodística afirmar
como lo hacía el editorial del Financial Times (30/6/2012) que la manipulación de los tipos de interés de referencia para
los mercados financieros muestra “el
corazón podrido del sistema financiero”. Resulta que los grandes bancos
hacen trampas también con los precios de referencia para toda la economía
porque falsean los tipos de interés básico. No solamente han generado un casino
financiero sino que no respetan las reglas que se imponen a sí mismos. Porque
el consenso neoliberal vigente impone una libertad sin restricciones para los
mercados financieros.-